lunes, 17 de diciembre de 2012

¿Naturaleza artificial?


Siempre se oye y se discute que el ser humano, mediante la razón y la tecnología que ha desarrollado, ha creado un mundo artificial alejado de la naturaleza pero, ¿es esto cierto?

Remontémonos al origen: la razón nos vino dado por naturaleza, uno de los mayores dones dados por la evolución, luego hemos de coincidir en que la razón es natural. De modo que, aunque parezca un silogismo de lo más simple, si la razón es natural, todo lo que nazca de ella ha de ser natural.

Si muchos ecologistas sostienen que no somos superiores a los animales, es porque se basan en la certeza biológica de que somos animales, ¿acaso un animal puede actuar en contra de  la naturaleza? Y otra cosa a la que quiero llegar es: ¿es el todo mayor que la suma de sus partes?

Cada especie vive según sus posibilidades y nosotros no hemos hecho lo contrario. Construir una casa no es diferente de construir un nido: el nido está hecho de ramas y barro y la casa está hecha de ladrillos(y los ladrillos no son otra cosa que barro). Del mismo modo se puede hablar de nuestros modos de agrupación: una comunidad de vecinos no es muy diferente a un panal de abejas y una ciudad no se diferencia mucho de una colonia de hormigas. A esto me refería con que el todo no es necesariamente mayor que la suma de sus 
partes. Siempre si nos remontamos al origen encontramos algo natural.

Todo lo que hacemos es darle nuevos usos a los recursos que extraemos de la naturaleza, usos que derivan de nuestra razón y, ¿acaso es menos natural que los usemos? Evidentemente no. Y sé que muchos pensarán que no tenemos medida (pero eso sería una cuestión ética y de eso no quiero tratar en esta última entrada) sin embargo yo planteo que penséis esto: el ser humano es de los pocos animales que tiene sensación de saciedad. Un perro, una vaca o un tiburón tigre no tienen más medida que el límite de sus posibilidades, pero 
sino, estarían comiendo continuamente (las vacas no hacen otra cosa de hecho).

En conclusión: Que nosotros tengamos un abanico mayor de posibilidades nos viene por razón (natural) y no por artificio, ¿o acaso pensáis que si los animales tuvieran la posibilidad de crear mejores refugios para sus crías no lo harían?(por poner un ejemplo simple)

sábado, 15 de diciembre de 2012

La desmaterialización del mundo

El espectáculo es el capital en un grado tal de acumulación que se ha convertido en imagen (G.Debord)


La aparición de internet ha traído consigo ventajas e inconvenientes al ámbito de la comunicación. Gracias a internet la comunicación se ha descentralizado y permite dar voz a más gente, pero cabría reflexionar sobre los inconvenientes de la llamada 3º revolución industrial. Internet, al igual que la economía financiera ha avanzado tanto que no necesita lo material para trabajar, sino que virtualiza la vida y el dinero; desmaterializa el mundo para poder trabajar con él. Esta desmaterialización y virtualización de la vida tiene unas fuertes repercusiones sobre los individuos en sus relaciones con otros, consigo mismos y con el mundo.

El fin al que aspira todo sujeto en condiciones capitalistas es a la acumulación de dinero, y el dinero no tiene un valor tangible sino intangible, esto es, el individuo invierte en el trabajo su esfuerzo y tiempo físico para recibir a cambio algo abstracto. Así pues, si los sujetos tienden a acumular algo que no es real, no entiendo por qué nos preocupamos tanto de la plataforma social facebook, ya que en ésta  se acumulan  virtualmente experiencias, amigos, gustos musicales, imágenes etc.

Esta virtualización del mundo ha llevado al desdoblamiento del sujeto, en la cual el sujeto que se siente impotente y  reprimido en su realidad, utilizará la red social como refugio y espacio vital en el cual realizarse.  Entonces, estamos inmersos en un mundo en el que hemos invertido la realidad y lo que es verdaderamente real no es más que un mero añadido de lo virtual. La vida deja de ser  experimentada como tal por mor de la realización personal, y pasa a ser la fuente a la que el sujeto irá para acumular experiencias que más tarde digitalizará y publicará en su perfil. De esta manera, el sujeto acumula tantas imágenes como acumularía el dinero, puesto que ésta es ahora su manera de sentirse realizado. Esto es, el sujeto publica imágenes no solamente para realizarse, sino para demostrar al mundo que se siente realizado y que en definitiva,  es feliz ¿Qué otra cosa puede hacer si hasta lo más natural que es el trabajo se ha desmaterializado?

¿Qué tiene lo desmaterializado-virtualizado que tanto atrae al sujeto? Las redes sociales e internet son la ilusión de que no existe el silencio, la soledad y la muerte. Es la falsa ilusión de la presencia eterna y la anestesia del sentimiento trágico de la vida. Una vez que las hemos conocido ¿Podemos vivir sin ellas?




Marina de Dios









viernes, 14 de diciembre de 2012

Una tecnología más ecológica


Si hablábamos con anterioridad de una introducción a la “conciencia de las máquinas”, esta siguiente entrada tiene como propósito ahondar en esa conciencia ecológica otorgada a los artefactos para prevenir y paliar distintos tipos de amenazas a los que nos enfrentamos actualmente.

Frente a las convencionales y ya conocidas energías fósiles o no renovables; se imponen cada vez con más fuerza las energías renovables, éstas se caracterizan por el uso de sus propios recursos y recursos naturales de un modo más sostenible. A su vez, encontramos dos vertientes en las cuales poder usar este último tipo de energías, estas son, el uso particular y el industrial.

En el ámbito particular o doméstico existe una gran variedad de productos más ecoeficientes que hallamos habitualmente en cualquier vivienda. Para hacernos una idea, un ejemplo de este tipo de productos son electrodomésticos A++, luces de bajo consumo, productos de limpieza orgánicos,etc que en su totalidad, nos ayudan a reducir emisiones y alcanzar el fin propuesto. El cliente, además de dichos productos de calidad y eficiencia, valora una imagen social, comprometida y ética por parte de la empresa, por lo que cada vez más se precisa de esa transparencia en el mercado y en los ecoproductos.

A nivel empresarial las políticas ambientales son cada vez más crecientes y directamente ligadas al uso particular o domestico, por eso con mayor frecuencia encontramos máquinas que se adecuan a esa intención ecológica. Las empresas ecoeficientes son aquellas que, ante el impacto ecológico, invierten en un consumo energético más favorable y respetuoso, además de la utilización y financiación eficiente en el uso de sus recursos, por lo que constantemente se producen cambios y mejoras en la gestión de este tipo de industrias. Entre las propuestas más destacadas encontramos campañas de reciclaje, apuesta por recursos más naturales y cambio el sistema de producción por aquel desarrollo más sostenible, entre otros.

Como conclusión, hemos de destacar que la solución a muchos de los problemas ambientales planteados en el marco actual, son posibles gracias a la innovación tecnológica además de un compromiso medioambiental por parte de todos los niveles sociales.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Experimentación animal: perspectiva desde las tres R.


Dado que mi compañera ha dado su opinión en contra de la experimentación animal, me gustaría dar otra visión del asunto, a favor de la misma. Me basaré para ello en un artículo de Antonio Pardo Caballos, profesor del departamento de humanidades biomédicas de la Universidad de Navarra: Ética de la experimentación animal. Directrices legales y éticas contemporáneas.
Este artículo comienza con una explicación de los grupos detractores de la experimentación animal como PETA(People for the Ethical Treatment of the Animals) que quiere evitar cualquier sufrimiento inútil de los animales en base a un sentimiento afectivo. Apelan a los sentimientos y no a la razón y con sufrimiento inútil se refieren tanto al sacrificio de animales con fines alimenticios, como a peleas de perros o gallos. Esta apelación de los sentimientos se ve  en la distinta intensidad de las campañas según la ternura que despierte el animal muerto (pone el ejemplo de que creó más conmoción la muerte de crías de focas que los millones de pollos que mueren por la alimentación humana).
También hablará de Peter Singer y su obra Animal liberation. Dirá que no existen diferencias cualitativas entre humanos y animales, todos son un cúmulo de células que funcionan coordinadamente. Los animales tienen autoconciencia y son capaces de sentir y sufrir como los humanos. No pueden defender sus derechos, por lo que esto es una campaña de justicia en toda regla y no una simple apelación a los sentimientos.
Incluso muchos científicos han criticado la experimentación animal diciendo que no pueden extrapolarse los resultados de los estudios hechos en animales a los humanos porque no son biológicamente iguales, por lo que los efectos del experimento no serán igual en humanos que en animales.
Frente a todo esto cabe decir, en primer lugar, que claramente hay ejemplos de sufrimiento inútil (como se ha dicho las peleas o pruebas de productos estéticos como ha indicado mi compañera en su anterior entrada) pero que unos pocos cometan tales aberraciones no debería condenar la experimentación médica que sólo busca mejores medicamentos y fármacos para enfermedades como el cáncer que hoy nos preocupan. Además, era más inhumano cuando ni siquiera se contaba con anestesia en las primeras etapas de la experimentación animal. No trataré el tema sobre nuestra alimentación.
En segundo lugar, se sabe que muchos sistemas fisiológicos y bioquímicos no tienen apenas variación en toda la escala zoológica (como el citocromo o los ciclos de los azúcares) por lo que si se prueba un fármaco que afecte a estos sistemas perniciosamente, podemos decir casi con total seguridad que actuará de igual modo en el ser humano. Además, los experimentos dependen de muchas variables por lo que no siempre salen bien, por lo que los investigadores se sirven de cálculos estadísticos para enumerar los experimentos que salen bien frente a los que salen mal(dichos cálculos deberían hacerlos los detractores de la experimentación para tener una base firme para la crítica).
En tercer lugar si hay una normativa que regula este tema. La normativa europea estipula que debe evitarse cualquier sufrimiento o en su caso que sea el menor posible, siempre que sea la única manera de realizar el experimento (si se puede hacer sin usar ningún animal y aún así se usa, está penado por la ley). Para esto está la regla de las 3R: Reemplazar, Reducir, Refinar.
La primera dice que si se puede evitar usar animales y usar sustitutivos será siempre preferible; la segunda, en el caso de tener que usar animales, usar sólo los animales necesarios y no más de lo que se necesita; la última R se refiere a los procesos que pretenden minimizar el sufrimiento o la ansiedad de los animales. Se debe tener en cuenta lo siguiente:
-Empleo de equipamiento adecuado y entrenamiento y experiencia correctos de los investigadores.
-Empleo de animales más bajos en la escala filogenética.
-Empleo de animales expresamente criados en cautividad. Si no se pueden obtener, se mira que los animales sean fáciles de obtener para evitar largos transportes y cuarentenas.
-Examinar los procedimientos.
-Procurar que la muerte espontánea del animal no sea el punto final.
-Disminuir los efectos secundarios de los procedimientos empleados mediante anestesia, analgesia, etc, si es posible.

En definitiva, si bien muchas investigaciones(no estrictamente científicas) provocan un sufrimiento innecesario a los animales, no debemos condenar la experimentación pues existe una legislación dirigida específicamente a no producir sufrimiento ni físico ni psicológico a los animales y, aunque no lo parezca, esta legislación se respeta por la gran mayoría de la comunidad de investigadores.

Alejandro Far Huete

martes, 11 de diciembre de 2012

¿Es posible hacer un sistema de producción humanista?

El ser humano nunca ha podido acceder directamente a la naturaleza, es por ese motivo por el que desarrolló la tecnología; ésta no sólo le permitía relacionarse mediáticamente con la naturaleza, sino que hacía más productivas y eficientes las actividades humanas cotidianas. Pero hoy en día no podemos decir que la tecnología sea un mero medio al servicio de la actividad humana, sino que también es una poderosa fuerza que actúa en la trama social. El avance  tecnológico ha cambiado nuestra forma de relacionarnos los unos con los otros, la forma de expresarnos, la manera de desenvolvernos en el mundo, y sobre todo nuestra actitud hacia la vida ¿Podemos seguir afirmando que la tecnología está al servicio de la humanidad, o deberíamos plantearnos si es que son los humanos lo que están al servicio de la tecnología? ¿Es posible hacer un sistema de producción humanista?

Ahora bien, antes de seguir avanzando cabría preguntarnos y reflexionar sobre nuestro sistema de producción, ya que el avance tecnológico está íntimamente ligado a la producción, y todo ello afecta a las relaciones humanas que se dan en la sociedad: ¿Cuáles son las características de nuestro sistema de producción? Nuestro sistema productivo no atiende a las necesidades humanas, produce constantemente y de manera irracional, esto es, desconociendo si su producción satisfará la demanda social o no. La producción del trabajo se realiza individualmente sin establecer contacto con otro ser humano, luego, si desconocemos las necesidades del otro ¿Para qué trabajamos? El trabajo ha dejado de ser ese yo abstracto como diría Hegel en el que nos realizamos, y ha pasado a ser ese producir constante de forma mecánica en el que no se contempla las necesidades humanas. No hay que perder de vista que el trabajador es a la vez consumidor ¿Cómo va a trabajar individualmente? Si trabaja aisladamente sólo responderá a sus necesidades, de ahí que en este sistema prime el egoísmo, el fin individual y no el colectivo. Al trabajar para otra persona es cuando el trabajo adquiere una acción transformadora, esto es, el yo al trabajar es reconocido por el otro en el trabajo y viceversa, se da un reconocimiento en el trabajo. Yo trabajo y y tu me reconoces así por eso mismo, porque tú también trabajas.

La sociedad, por mor de la continua producción-consumición crea falsos deseos en los individuos, de manera que pasa a ser  la única que pueda "satisfacer" dichos deseos (consumiendo sus productos) bajo una promesa de felicidad. El problema aparece cuando el sujeto se percata de que la consumición de dichos productos no le genera felicidad sino desilusión, y es entonces cuando embauca su vida a la eterna consumición que desemboca irremediablemente en la continua insatisfacción. Esto no significa de modo alguno que el sistema engañe al sujeto, sino que es el sujeto mismo el que se auto-engaña ya sea de manera consciente, preconsciente o inconsciente porque quiere creer cualquier patraña que le proporcione algún tipo de placer por pequeño que sea, y se funde con el conformismo mermando su capacidad crítica. Engáñame, necesito creermelo. De esta manera el sujeto deja de lado su individualidad para convertirse en un sujeto ejecutor de unos deseos que no le pertenecen.

¿Es posible hacer un sistema de producción humanista? No, puesto que pensar en un sistema productivo que no se preocupe del beneficio sino de los seres humanos sería no pensar en un sistema productivo tal y como lo concebimos. Por ello, creo que antes de pensar en la posibilidad de un sistema de producción humanista tendríamos que plantearnos la siguiente cuestión: ¿Los principios de la vida están subordinados a los de la mecanización, o son los principios de vida los predominantes?






Marina de Dios


(III) La responsabilidad de elegir

Nuestra técnica es el mayor ejemplo de antropocentrismo que podríamos haber encontrado. Calculamos posibilidades, vemos qué opción o cuál otra es más rentable, buscamos beneficios, diseñamos cárceles que nos permiten minimizar los gastos, preveemos hasta dónde llegan los límites que un animal puede soportar y cuándo éste ha dejado de ser productivo. Analizamos, una y otra vez. Y aplicamos las tecnologías más lucrativas. Económicamente, los dueños de las industrias cárnicas ganan, ¿pero qué ganas tú?
Hemos aplicado nuestras más modernas técnicas en este campo para que sirvan mejor a nuestros fines. Ya no tienes que ir a cazar al bosque o a pescar al río. Lo natural ha quedado reducido al cadáver de animal que se encuentra en la estantería frigorífica de todos los supermercados que te rodean. Pero el sistema capitalista no atiende a las necesidades de los consumidores. El ciclo alimenticio queda roto por la superproducción. Hemos doblegado a los animales con la técnica, y ya no estamos en igualdad de condiciones, ni inmersos en un prototípico 'ciclo de la vida'. 
Podríamos apelar a cualquiera de los múltiples argumentos que sostienen el movimiento vegano, pero me centraré en el moral. El uso que podíamos obtener de los animales como alimentación (al igual que un león se alimenta de una gacela, o un tiburón de peces más pequeños) se ha trastocado y se ha transformado en abuso. Hemos roto ese equilibrio al que apelamos cuando decimos que comer carne 'es natural'. 
'La gente puede tener la esperanza de que la carne que compra proviene de un animal que murió sin dolor... pero en realidad no quieren enterarse'
Esa es la diferencia. Nosotros podemos escoger. Comprar carne que ha sido producida en sufrimiento y torturas es dar consentimiento, es aceptación. Es el modo de seguir apoyando esta poderosa industria y darle el sustento que necesita: su financiación. Sólo hay una manera de no prestar complicidad a un modo de producción sostenido por el sistema capitalista: no participes en él. Lo perverso no es la técnica, es lo que el hombre hace con ella. El camino empieza con la concienciación. Un hombre que no ignora lo que de manera indirecta apoya con sus decisiones adquiere un valioso poder, la capacidad de decidir de manera plenamente consciente. Una actitud distinta genera una técnica distinta, una técnica que no atienda sólo a lo económico o a lo útil, sino que responda ante la moralidad.
El animal es individuo. Es sujeto de una vida, experimenta una vivencia individual de su bienestar y malestar, con independencia de la utilidad que esto reporte en los intereses de otros seres. Nosotros somos animales. Ellos también. Tenemos diferencias, eso está claro, pero todos poseemos un valor intrínseco que nos hace merecedores de un trato digno. El capitalismo gana dinero con esta explotación. Los animales pierden su vida. Nosotros, aún podemos decidir. ¿Te compensa violar el valor inherente de un individuo?

(II) La arquitectura de la matanza

El hombre ha desarrollado la técnica que le permite someter al resto de animales. Ni un sólo sector de la explotación animal queda a salvo de la incursión de la teconología y de la presión humana para acentuar la producción.
Pongamos ejemplos de ello. Las más avanzadas técnicas de fecundación artificial nos permite obtener nuevas crías de los animales que queramos cuando queramos, aunque eso suponga introducir al animal en un ciclo sin fin de gestación e hiperlactación (en el caso de las vacas lecheras) que acortará drásticamente sus vidas. Se preña una y otra vez a las vacas para que no cese la producción de leche, que no beneficiará a nadie más que al consumidor, pues los terneros serán separados en su nacimiento. De la industria lechera sale pues una nueva rama, la de la industria ternera. La ciencia nos ayuda a calcular al detalle cada atómica disposición de la vida de cada nuevo animal. Nada es accidental. El ternero yace en su establo de madera con una cadena atada al cuello durante las 16 semanas que durará su vida hasta el camino al matadero. La cadena le impedirá moverse para conservar la calidad de su carne. Si el ternero no desarrolla músculo la carne será tierna. Además, se le privará de todo alimento con hierro, para que su carne sea lo más pálida posible. La cadena impedirá que el ternero gire la cabeza y pueda beber su propia orina (que contiene ese hierro que de manera desesperada necesita adquirir). La jaula-establo será de madera, para impedir que el animal obtenga el hierro de lamer unas posibles verjas metálicas. El resultado es el querido: la carne de ternero que consumimos es anémica y está altamente hormonada y plagada de antibióticos que han provocado su rápido crecimiento. Se controla cada parte de su dieta para que pese lo máximo en el menos tiempo, al igual que se calcula la comida que su madre necesita sólo para sobrevivir. En la pesca, contamos con enormes redes metálicas de múltiples hectáreas de dimensión que nos permite recolectar el pescado que 'necesitamos' para nuestra alimentación. Además, recogeremos todo lo que se cruce en el camino de esa red, barreremos el suelo marino, y destrozaremos ese ecosistema, añadido a la sobre explotación de las especies que pueblan esos espacios, que provoca su temprana y probabe extinción. Nuestra técnica nos ha permitido diseñar todas las jaulas en las que encerramos a las demás especies. Por ejemplo,en la que se encierran a las gallinas ponedoras. Estas jaulas son cubículos formados por rejas metálicas que se elevan e inclinan cuando el controlador lo disponga. Esto facilita dos cosas: la recolección de huevos, que van a parar a un mismo lugar; y la alimentación de las gallinas, que caen hacia el lugar donde se les ha puesto la comida, puesto que no serían capaces de llegar ellas mismas hasta allí por la aglomeración. Nuestra ciencia ha estudiado cuando se les ha de encender y apagar la luz para que produzcan más, a cuanto estrés hay que someterlas hasta que llegan a su límite y ya  dejen de ser rentables. Nuestra técnica nos permite cortar sus picos de manera rápida y eficiente, al igual que arrancar los cuernos al ganado, el rabo al cerdo o castrar a los machos. Hemos creado pistolas eléctricas que inmovilizan a los animales para que no se puedan defender contra nosotros, los verdaderos agresores. E infinidad de ejemplos más. Hemos desarrollado la técnica aparentemente más beneficiosa. Pero, ¿beneficiosa para quién?

(I) Animales: de la granja industrial a tu plato


Analicemos un triste aspecto de nuestra realidad cotidiana: la forma de contacto más directa que tenemos con los animales no humanos se efectúa a la hora de las comidas. Pero el problema base no reside en tener una alimentación cárnica, sino en no haber reflexionado sobre esa postura tan fundamental que asumimos sin cuestionarnos. El propósito de esta entrada es hacernos reflexionar sobre otras opciones de vida a las que podemos optar o, al menos, realizar el esfuerzo de eliminar la capa de ignorancia que recubre las cuestiones sobre el origen y la producción de aquello que empleamos para alimentarnos, que incluye la vida miserable de los animales que se consumen desde su nacimiento hasta su sacrificio.

El origen del sufrimiento del animal de granja se encuentra ya en su nacimiento. Todos los animales de cría son separados de sus madres (que han sido convertidas en técnica misma, consideradas meramente máquinas reproductoras vivas) al nacer. A partir de aquí, se les insertará en un ambiente de todo menos natural, privados de todas las condiciones de vida que necesitan para poder desarrollarse en pro de un interés que siempre se ha considerado mayor que el coste de su sufrimiento: el económico.
Diariamente se enfrentan a las duras condiciones de vida de sus 'hogares'.No ven la luz natural hasta su traslado al matadero, ya que se juega con la luz artificial para potenciar su productividad (las gallinas ponen más huevos, los animales de engorde se alimentan más). Conviven con otros miles de animales en espacios insuficientes para su movimiento (al no desarrollar músculos, la carne es más blanda, y adquiere un valor mayor en el mercado). El hacinamiento va combinado con la falta de ventilación e higiene, lo que provoca la común muerte por asfixia (tanto por amontonamientos como por la intoxicación producida por las toxinas de sus excrementos). La alimentación está fuertemente controlada (será abusiva para los animales de engorde, que son requeridos por su carne y tendrán una dieta líquida (consistente en grasa y hormonas de crecimiento); y tremendamente insuficiente para los animales reproductores, que sólo recibirán lo mínimo para que sigan reproduciendo). Todos estos factores alteran los ciclos naturales de la vida del animal. Esto se refleja tanto en sus cuerpos, que adquieren serias deformidades por la adaptación a espacios inadecuados a su constitución; como en su comportamiento, que se altera y se convierte en disfuncional, eliminando todo tipo de relación social que se establecería si esos animales estuvieran en libertad, y convirtiéndose en una lucha por la supervivencia, donde la actitud adoptada es el canibalismo. Para evitar que los animales se dañen unos a otros (es decir, para que no se estropee el producto que pretendemos vender) se opta por la mutilación de todas las partes del cuerpo que el animal puede usar en su defensa, o de todas las zonas que serán el foco de ataque de los demás compañeros. Es así como a las aves (gallinas ponedoras, pollos, pavos) se les realiza los cortes de pico; a los cerdos la amputación del rabo y el recorte de las orejas; a los terneros y a todo el ganado vacuno se les arrancan los cuernos y se les realiza la castración, por poner algunos ejemplos (obvia decir que son todas prácticas que se realizan sin ningún tipo de anestesia). En el traslado al matadero los animales son encerrados durante días y semanas en transportes donde, aparte de no contar con espacio, no se les administra ni comida ni bebida. Los supervivientes llegan al matadero, donde se les dispara con pistolas de corrientes eléctricas que no dejan inconsciente al animal para evitar su dolor, sino que sólo evitan su defensa del ataque que está a punto de recibir. Son colgados boca abajo desde alguna de sus patas (sufriendo ruptura de huesos e incluso de la columna), donde pasan a formar parte de una cinta transportadora. Un trabajador les va clavando un cuchillo en la zona del cuello para que se desangren. En la cadena de 'montaje', el siguiente trabajador les arrancará la piel o les desplumará. El siguiente les sacará los órganos. Y así hasta que se terminen de aprovechar todas las partes del animal que posteriormente podrás consumir de una manera u otra en el mercado. Muchos animales continúan vivos durante todo el proceso. En ningún momento es una muerte rápida. En ningún momento de la vida del animal desde su nacimiento hasta su sacrificio deja de haber sufrimiento.
La producción industrial de carne cuenta con las más desarrolladas técnicas del campo de la alimentación, que especificaremos aún mas en la próxima entrada, pero, ¿es esto progreso técnico?, ¿podemos considerar como progreso unas técnicas que sólo atienden a lo económico, y se olvidan de lo moral?

lunes, 10 de diciembre de 2012

jugando con los trans




"Los alimentos transgénicos son aquellos producidos a partir de un organismo modificado genéticamente mediante ingeniería genética. Dicho de otra forma, es aquel alimento obtenido de un organismo al cual le han incorporado genes de otro para producir las características deseadas."

Desde que el hombre decidió establecerse y surgió la agricultura, mucho hemos andado. Sin embargo, hay algo que no ha cambiado desde entonces: la búsqueda incansable de la optimización de los cultivos. Se seleccionan las semillas, se buscan nuevas técnicas de cultivo, vegetales que demuestran ser más resistentes, tierras más fértiles, mejores sistemas de regadío, y así un sin número de variantes que convertirían un cultivo normal, en el cultivo perfecto. Hoy nos enfrentamos a una innovación, cuanto menos, polémica: la manipulación genética de los alimentos.

El 18 de Mayo de 1994, la Food and Drug Administration de EEUU autorizó la comercialización del primer alimento con un gen extraño, el tomate Flavr-savr creado por la empresa Calgene. Gracias a la manipulación genética, estos tomates aguantaban más tiempo maduros y tenían una mayor resistencia, lo que permitía cosecharlos para el consumo directo, sin la necesidad de que madurasen artificialmente en cámaras. Desde entonces se han elaborado cerca de cien vegetales con genes ajenos insertados, siendo los más importantes para la industria alimentaria la soja resistente al herbicida glifosato y el maíz resistente al taladro (carcoma).

Los beneficios de los cultivos modificados genéticamente están claros: mayor resistencia al frío, al calor, a los herbicidas, a sequías e inundaciones, a sales y metales, etc, lo que conlleva una mayor producción y una consecuente disminución del precio de venta. 

La controversia aparece con los riesgos. La introducción de genes nuevos en el alimento provoca transformaciones impredecibles de su funcionamiento genético y de su metabolismo celular, proceso en el cual se pueden generar sustancias tóxicas o proteínas extrañas para el organismo, que pueden producir alergias y enfermedades en los humanos tras su consumo, así como alteraciones de las propiedades nutritivas del alimento. Además de los riesgos sanitarios, estos productos  presentan un gran riesgo para la biodiversidad del planeta: potencian la erosión y la contaminación genética, además de potenciar el uso de herbicidas. A su vez, la polinización cruzada de estas plantas modificadas genéticamente para ser resistentes a herbicidas, con malas hierbas silvestres de los alrededores a través de insectos, hace que surjan las así llamadas "super malas hierbas", capaces de causar graves daños en plantas y ecosistemas naturales. Del mismo modo, estas plantas transgénicas pueden desplazar a especies autóctonas de sus nichos ecológicos. 

¿Hasta qué punto la mejora de la producción justifica la manipulación genética? ¿Realmente es segura? ¿Se trata de una aberración o de una "ayuda" a la naturaleza para realizar las mutaciones evolutivas necesarias? 

Para que sepáis lo que consumís, aquí os dejo la Guía roja y verde de alimentos transgénicos elaborada por greenpeace, dónde aparecen las marcas y productos elaborados con alimentos transgénicos y aquellos que están libres de ellos. Estoy segura que os sorprenderá

En el terreno de la bioética: los animales y la técnica

Miles de millones de animales son dañados año a año al ser utilizados como objeto de uso. Una vez entendida la postura especista, podemos reconocer múltiples ejemplos de ella en nuestra vida cotidiana y en muy variados ámbitos: la alimentación, la vestimenta, el entretenimiento o la experimentación. Éste último aspecto es el que analizaremos a continuación.

La técnica científica se beneficia del animal no humano en prácticamente todas sus investigaciones. Es él el principal instrumento de trabajo. Siendo así, ¿por qué la cuestión de la experimentación con animales no humanos no recibe más que una atención marginal en el campo de la bioética? ¿A qué es debido esto? En un primer momento, no consideramos que los intereses y derechos de los animales sean moralmente significativos, y por ello nos resulta indiferente que sus vidas se pierdan en laboratorios. En un segundo momento, reconocemos que, aunque sus intereses si tienen cierta importancia, no pueden situarse en el mismo nivel que se encuentran los de los seres humanos. Justificamos el enorme daño producido porque nosotros obtenemos beneficio de ello. 
Y no podemos negar que se produce ese daño. La vida de un animal de laboratorio no puede definirse precisamente por su calidad. Encerrados en jaulas que apenas sobrepasan el tamaño del propio animal, reciben un único estímulo que les mueva de allí: la visita de sus investigadores. Es entonces cuando los animales son sometidos a todos los procedimientos invasivos que se consideren necesarios para que la investigación de algunos frutos. La lista de experimentos que se han realizado o se siguen realizando día a día con animales no humanos es prácticamente infinita. Una cosa resulta clara: a éstos animales les afecta vivir en un laboratorio.Su metabolismo, su comportamiento y su ciclo vital se ven truncados de una manera determinante. El argumento principal que se mantiene para incluir a cualquier tipo de animal, a excepción de los humanos, en el campo de la experimentación es que poseen un sistema nervioso casi idéntico al nuestro lo que nos permite asimilar los resultados obtenidos en los animales no humanos como los resultados que obtendríamos si experimentásemos propiamente con animales humanos. Se investiga con ellos porque sienten igual que sentiría un ser humano en esa misma situación. ¿No es esa capacidad de sufrir similar a la nuestra la razón que debería justificar precisamente que no se experimentase con ellos? Esto es, preferimos que otros animales que no somos nosotros sientan ese sufrimiento para que podamos 'avanzar' científicamente. Esto sería más razonable (aunque discutible, sin duda) si la mayor parte de las investigaciones que se realizan con animales tuviese fines biomédicos, y si estos fines enfocasen objetivos vitales para la salud humana. Pero esto no sucede así. La mayor parte de los experimentos se reducen a cuestiones estéticas (a ver qué champú nuevo sale al mercado o qué producto de maquillaje es más resistente), a investigaciones psicológicas sin ningún tipo de relevancia en la vida práctica y teórica, o la búsqueda por la carne de animal más tierna o sabrosa. Por estos 'grandes avances' cerca de 127 millones de animales al año son usados en laboratorios.
De manera directa no podemos enfrentarnos a esta práctica (no podemos evitar de un momento para otro que países como Estados Unidos destinen cinco billones de dólares procedentes de impuestos a estas investigaciones) pero sí podemos de manera individual mostrar una actitud moral frente al uso de seres vivos en investigaciones prescindibles. Si piensas de éste modo, que un superfluo deseo humano no puede justificar en ningún momento el sufrimiento animal, no prestes tu consentimiento a todas aquellas marcas y corporaciones que abusan de los animales empleándolos como meros objetos de trabajo. Los primeros pasos de la liberación animal consisten en no permanecer inconscientes de los grandes problemas éticos que nos rodean.
Todos los animales tenemos una experiencia vivencial de la vida y somos capaces de disfrutar de un bienestar individual. Quienes consideren el uso de los animales como meros recursos, ha de hacerlo asumiendo el costoso precio moral de no mostrar el respeto adecuado al valor intrínseco de los animales que están siendo explotados.

Esta entrada es un punto de partida en la reflexión de la ética animal, y no hace justicia a la dura realidad de los millones de animales que la sufren diariamente. Para poder mantener una postura crítica en esta temática (ya sea tanto a favor como en contra) infórmate. Mi recomendación personal es leer a Peter Singer y curiosear por las páginas web que muestran imágenes, vídeos, estadísticas e informes sobre la vida en los laboratorios (igualdad animal, PETA, o mismamente, YouTube